Pregúntele al experto: ¿Cómo preparo a mi niño para el regreso a la escuela?
Esta historia fue publicada en inglés el 3 de febrero de 2021.
A muchos niños les resulta difícil comenzar la escuela, ya sea la primera vez o después del largo receso de verano. Con la pandemia de la COVID-19, unas escuelas han abierto y cerrado intermitentemente y otras solo han abierto a tiempo parcial, si es que lo han hecho. Ahora los padres de familia enfrentan el nuevo desafío de tener que enviar a la escuela a niños que se han acostumbrado a estar en casa por largos períodos. Hablamos con el Dr. Joseph McGuire, experto en ansiedad pediátrica y profesor adjunto de Psiquiatría y Ciencias del comportamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, sobre cómo preparar a los niños para el regreso a la escuela presencial.
Los padres ya enfrentan el desafío de preparar a sus niños para el regreso a la escuela en agosto o septiembre. ¿En que se diferencia el regresar después de un cierre escolar?
Dr. Joseph McGuire: En parte tiene que ver con el establecimiento de nuevas rutinas. En verano, los niños disfrutan de una mezcla de tiempo en familia y tiempo con amigos, los días no tienen estructura, todo es divertido y no hay expectativas claras. Esa falta de estructura y el tiempo en familia son acordes con la época de vacaciones. Algunos están nerviosos por volver a la escuela [y preguntan cosas como], “¿Qué pasa si me contagio de COVID?”. La mayoría están emocionados de volver a encontrarse con sus amigos y ver todo lo que se perdieron. Para los niños que tienen una gran red de amistades, eso es emocionante. Aquellos a quienes la escuela les resulta muy difícil volverán a encontrarse con esos problemas cuando regresen. Quizá los hayan molestado o se hayan sentido ignorados o invalidados o les sea insoportable quedarse quietos. La clave es hablar sobre los aspectos emocionantes, como ver amigos y volver a la normalidad, pero también prepararse para los desafíos que vendrán.
¿Cómo ayudo a mi niño a prepararse?
JM: Hay tres estrategias que se pueden emplear:
1. Prepare a su niño.
2. Aplique destrezas de adaptación.
3. Maneje las expectativas. Preparar al niño significa hablar con él antes de que comience la escuela y a medida que se adapta a ella. Reserve tiempo para tener una conversación, hacerle preguntas y aconsejarlo. Dos semanas antes de la escuela, pregúntele, “¿Estás emocionado? ¿Te sientes preparado? ¿Tienes alguna pregunta?” Evite inducirlo a respuestas ansiosas. No pregunte: “¿Estás ansioso?”.
¿Cómo puedo ayudar a mi niño más allá de hablar y hacer preguntas?
JM: Usted puede ayudar a su niño creando una estructura, guiándolo acerca de cómo será esa rutina y reforzando sus destrezas para afrontar cualquier circunstancia. Esta preparación alivia la ansiedad.
La semana anterior, realice un juego de roles o dé un paseo en auto con el niño. Durante el paseo, dígale a su niño: “Recuerda que vamos a pasar por aquí mañana. ¿Hay algo que te entusiasma? ¿Hay algo que te hace sentir nervioso?”.
El día siguiente del primer día de regreso a clases dedique un momento especial para procesar: “¿Cómo te fue? ¿Qué hicieron?”. Establezca una rutina en que el niño experimente el día escolar y luego reflexione sobre él. Les tomará algunas veces de práctica.
¿Qué tan importante es la rutina?
JM: Las rutinas son excelentes porque sabemos qué esperar. Esto aplica tanto para los padres como para los niños. Si el mundo cambiara constantemente de un día al otro, sería agotador. Hay que procesar esa información. Con las rutinas sabemos qué hacer. “Cuando llego a la clase, tengo que sentarme. Tengo que usar mi mascarilla”. Algunos niños no necesitan saber para dónde van mañana, pero muchos otros son un poco más ansiosos. La rutina ayuda a reducir la ansiedad e incorpora un poco de estructura. Podemos hacer un uso más eficiente del tiempo y participar en un aprendizaje activo.
¿Cómo sé cuánta preparación necesita mi niño?
JM: Depende del niño. Los niños que son un poco más ansiosos necesitan más preparación. Necesitan más tiempo para prepararse. Si su niño es más relajado, necesitará menos tiempo. A menudo me remito a los padres. Ellos conocen a sus hijos e hijas mejor que yo. Saben lo que sería mejor. ¿Qué ha funcionado en el pasado?
No existe un remedio universal. Aproveche sus fortalezas. Usted conoce muy bien la personalidad de sus niños y sabe que el mismo enfoque funciona para uno pero no para el otro. Incluso si su niño actúa como si volver a la escuela no fuera gran cosa, dele la oportunidad de procesar lo que haga falta. El ajuste es un proceso que se da con el tiempo. No espere que su niño le haga una o dos preguntas y se olvide del asunto. Quizá tenga preguntas que se le ocurran en la escuela en las que no había pensado antes. Asegúrese de que haya un diálogo abierto.
¿Qué pasa si mi niño no da ninguna señal de ansiedad en casa, pero me preocupa que entre en pánico en la escuela?
JM:Para algunos niños, el regreso a clases puede no parecer real. Quizá no hayan sentido ese momento de pánico por regresar. Solo porque no están preocupados no significa que no tengan inquietudes. Siempre es beneficioso prepararse. Para niños así, es bueno preguntar cuál es su plan y hacer un tutorial general de cómo será el día. Plantee oportunidades para utilizar las destrezas de adaptación: “Si las cosas se dificultan, ¿qué puedes hacer? ¿Dónde está la enfermera de la escuela?”. Guíelos a través del proceso. Si tienen ese momento de pánico, sabrán que cuentan con apoyo. Ayúdelos a procesar a medida que se adaptan a la vida escolar. No haga preguntas de sondeo; haga preguntas generales: “¿Cómo te fue en la escuela? ¿Fue lo que esperabas?”.
Es posible que los niños pasen de un dormitorio privado, tranquilo y alfombrado a un salón de clases luminoso y ruidoso. ¿Y la sobrecarga sensorial?
JM: Para los niños que tienen muchos problemas sensoriales, comenzaría a practicar antes de tiempo. Una de las mejores maneras de superar el miedo son las pequeñas exposiciones sistemáticas. Si a un niño no le gusta sentir nada en la cara, pero tiene que usar una mascarilla, pídale que la use por períodos cada vez más largos en los días previos al primer día de clases. Se puede establecer un método como este: 10 días antes del regreso a la escuela, pídale que use la mascarilla durante una hora al día, luego durante 90 minutos al día y así sucesivamente. Dele recompensas por los incrementos de tiempo. Ahí es cuando un paseo en auto o un tutorial puede ayudar. Los niños recuerdan cómo es un salón de clases y cómo es una cafetería, pero quizá necesiten que se les recuerde la experiencia a fin de que puedan prepararse para vivirla nuevamente y así evitar y saber cómo manejar las posibles sorpresas.
¿Cómo sabré si mi niño no está bien?
JM: Sentir un poquito de ansiedad es normal, pero cuando se vuelve algo abrumador es importante detectar las señales. Cada persona maneja la ansiedad a su manera. Algunos la interiorizan y llevan todo por dentro. Se preocupan, se quedan despiertos por la noche y su mente no descansa. Otros niños exteriorizan la ansiedad, lo cual se observa con más frecuencia en los varones que en las niñas. Pueden ser más activos, más desafiantes. Los padres quizá no entiendan por qué el niño está actuando de esa manera; podría ser ansiedad.
En qué fijarse:
1. Rendimiento académico y comentarios de la escuela. ¿Sus calificaciones están bajando o se está desempeñando bien? La comunicación con el maestro o el orientador es clave.
2. Evitar la escuela. ¿Su niño se queja de dolores de estómago? Evita ciertas clases o maestros? Tal vez ese maestro no usa mascarilla o al niño lo molestan en esa clase.
3. Cambios de comportamiento. ¿Tiene dificultades para dormir? ¿Llora? ¿No se junta con sus viejos amigos?
Puede ayudar a su niño estableciendo y dando continuidad a un diálogo honesto. Un buen modelo para seguir es decirle, “Estoy notando esto. ¿Cómo te va con eso?”. Trate de darle a su niño, y a usted mismo, una forma de expresarse que no sea crítica.
¿Qué pasa con los niños que están felices de estar en casa porque nunca les gustó la escuela?
JM: Algunos niños realmente han prosperado estudiando en casa porque no han tenido el estrés de estar en el aula. Pueden apagar la cámara. Los niños que lidian con la ansiedad social tuvieron un descanso porque todas esas situaciones de ansiedad social desaparecieron. La preparación es clave mientras no sea excesiva. Practiquen el diálogo abierto. Si las preocupaciones llevan al niño a evitar la escuela, busque apoyo adicional, como un terapeuta o un grupo de destrezas sociales.
¿Cómo puedo ayudar a mi niño a sentirse seguro?
JM: Compréndase a sí mismo y a su niño. Si usted es ansioso por naturaleza, ¿qué puede decir que sea recibido de manera positiva? No vamos a pintarlo todo de color de rosa.
Comuníquese adecuadamente para la edad del niño. El típico estudiante de primer grado no necesita conocer las tasas de la COVID ni cómo marcha el proceso de vacunación. Responda a sus preguntas. Usted conoce a su hijo o hija mejor que nadie y sabe qué tanto le puede comunicar. Sí, la situación es un poco aterradora porque es un evento que ocurre una vez al siglo. Sin embargo, las habilidades para relacionarse con su hijo e hija no han cambiado.
¿Cuánto tiempo me llevará preparar a mi niño?
JM: Tanto los padres como los niños necesitan manejar sus expectativas. No podemos pasar de cero a 100. Va a tomar un tiempo de ajuste. Habrá momentos de ansiedad. Habrá momentos de irritabilidad para los niños y los padres. Es un proceso. El primer día puede ser muy bueno. El segundo día puede ser un fracaso descomunal. El tercer día puede ser otro fracaso. El cuarto día puede ser un poco mejor. Sea realista y trátese bien a sí mismo. Dígase: “Esto no estuvo muy bien, pero no pasa nada”. Se pueden tener fracasos en el camino y aun así tener éxito.
Muchos padres, especialmente aquellos que trabajan muchas horas, han disfrutado el tiempo extra en casa con sus niños. ¿Qué pasa si no estoy listo para que mi niño regrese a la escuela?
JM: Este es un cambio tanto para los niños como para los padres. Hay muchas cosas que han hecho que la pandemia sea difícil. Piense en las cosas que ha disfrutado con su niño. ¿Es sentarse a almorzar? ¿Pasear al perro juntos? A medida que ellos hacen la transición a la escuela, reserve tiempo para esos momentos especiales.