Tres actividades al aire libre para que los niños practiquen la clasificación y la creación de conjuntos en la naturaleza
No importa la época del año o el clima del lugar donde usted vive: la naturaleza brinda infinitas oportunidades para que los niños ejerciten su pensamiento matemático.
Cuando trasladamos el aprendizaje al aire libre, los niños pueden perfeccionar sus habilidades de observación y sentir curiosidad por el mundo a su alrededor. Y en lugar de comprar costosos kits para que el niño practique las matemáticas, la naturaleza ofrece una variedad de piezas sueltas que solo están a la espera de ser utilizadas. Cosas como piñas, palitos, hojas, flores, rocas, conchas y bellotas brindan grandes oportunidades para ayudar a los niños a desarrollar habilidades de cuenta y cardinalidad.
Estas son tres maneras sencillas de aprovechar el pensamiento matemático de su niño al aire libre.
Cacería natural con cartones de huevos
Aproveche al máximo ese cartón de huevos que iba para el basurero y vaya de cacería natural con su niño. Antes de salir, piense en la cantidad de objetos que le gustaría que su niño busque (es buena idea tener en cuenta las habilidades, la edad y la capacidad de atención del niño). Si quiere que el niño comience por seis objetos, corte el cartón de huevos a la mitad, o bien, puede desafiar al niño a que encuentre 12 objetos.
Una vez que haya decidido la cantidad, piense en los objetos específicos que le gustaría que el niño busque. Por ejemplo, bellotas, tréboles, dientes de león, plumas, césped, hojas, piedras, palitos o rocas. Para facilitar la comprensión del niño, ayúdele a dibujar pequeñas imágenes de cada objeto y a pegarlas con cinta adhesiva sobre el cartón de huevos. También puede anotar cuántos de cada objeto debe buscar durante la cacería (por ejemplo, dos dientes de león o tres briznas de césped). Anime al niño a respetar la naturaleza recogiendo solamente objetos caídos en vez de tomarlos de las plantas vivas. Salgan al aire libre y observe cómo su niño disfruta clasificando los objetos naturales. Use el habla matemática, como:
- “¿Dónde debemos buscar una bellota? ¿Arriba o abajo? ¿Cómo lo sabes?”
- “¿Puedes usar palabras para describir una bellota? ¿De qué forma es?”
- “¿Cuántas piedritas encontraste? ¿Tenemos más piedritas o más flores en el cartón de huevos?”
- “¿En qué se parece esta brizna de césped a esta hoja? ¿En qué se diferencia?”
Esta actividad se puede modificar para centrarse en el color, la forma, la textura y más.
Gráficos de la naturaleza
Todo lo que se necesita para esta actividad es un pedazo de papel grande (el papel de embalaje marrón o una bolsa de papel usada funcionan muy bien), materiales para colorear, una canasta y un espacio al aire libre. Antes de salir, hagan un gráfico simple en la hoja de papel escribiendo “objetos de la naturaleza” en la parte inferior (eje X) y “cuántas” al lado izquierdo (eje Y). Hagan una lluvia de ideas sobre cuatro elementos que el niño probablemente encuentre en abundancia, según la época del año y el lugar donde viven. Por ejemplo, su vecindario podría tener muchas hojas, flores caídas, bellotas y rocas. Pida al niño que dibuje los objetos que pensaron en la lluvia de ideas en la parte inferior del gráfico (eje X), o bien, busquen imágenes de revistas para pegarlas. Vayan afuera y dele al niño la canasta para que la lleve. Coloque el gráfico en el suelo y sujételo con rocas para evitar que se vuele. Busquen los objetos naturales y colóquelos sobre el gráfico. Esto proporcionará una representación concreta de la cantidad de cada objeto encontrado y permitirá que los niños hagan comparaciones a medida que ordenan los objetos en grupos según las imágenes del gráfico. Use el habla matemática para fomentar la curiosidad, como:
- “¿Dónde debemos poner esta bellota? ¿Qué ves en el gráfico que te ayuda a saber dónde poner la bellota?”. Puede usar esta pregunta para cada objeto.
- “¿Cuántas hojas tenemos? ¿Cuántas rocas tenemos? ¿Tenemos más hojas o más rocas? ¿Cómo lo sabes?”
- “Cuáles objetos son irregulares, blandos, duros, pequeños, grandes, coloridos, etc.?”
- “Si clasificamos los objetos de otra manera, por ejemplo, por color, forma o tamaño, ¿cuáles podrían ir juntos en una pila? ¿Por qué?”
Clasificación natural
Imprima una copia de la actividad My Nature Sort* o cree la suya propia en una hoja de papel grande. Reúna materiales para colorear y escribir y colóquelos en una bolsa o recipiente que pueda llevar al aire libre. Vayan afuera y pida al niño que observe la naturaleza y que busque objetos que encajen en cada categoría. Guíe al niño para que haga dibujos, escriba palabras o frases, o reúna los objetos que encuentre y los coloque en el recipiente. Ayude al niño a perfeccionar sus habilidades de observación mediante el uso del habla matemática, como:
- “¿Dónde podemos buscar cosas que vuelen?”
- “Veo una pluma aquí en el suelo. Me pregunto dónde debería dibujar la pluma. ¿Es suave, puede volar o la encuentro en lo alto?”
- “Esta flor es muy suave y es una de mis cosas favoritas. Voy a dibujar esta flor en ambas categorías”
Mientras el niño participa, anímelo a que invente sus propias categorías para clasificar objetos naturales. Algunas ideas de clasificación pueden ser por textura, color, forma, propósito, altura, tamaño u otras características creativas.
Cuando trasladamos el aprendizaje al aire libre, ayudamos a los niños a encontrarle sentido al mundo que los rodea. También les damos la oportunidad de hacer actividad física, conectarse con la Tierra y darse cuenta de que “hacer matemáticas” no solo ocurre en la escuela o con lápiz y papel. ¿De qué otras maneras pueden llevar las matemáticas al aire libre?
*Recursos disponibles solo en inglés