Habilidades matemáticas básicas: cómo usar una baraja de cartas para que los niños practiquen la cuenta y la clasificación
Ya sea para planear una comida u organizar el contenido de un escritorio, contar y clasificar son habilidades matemáticas que usamos todos los días sin pensarlo mucho. Los niños en edad preescolar necesitan estas habilidades básicas para sentar las bases de tareas más complejas como sumar y restar. Usted puede enseñarle a su niño estos conceptos de una forma divertida con solo una baraja de cartas. Con tantos números y símbolos, las cartas son una herramienta excelente para que los más pequeños aprendan matemáticas. A continuación se presenta una variedad de sencillas actividades relacionadas con las matemáticas que se pueden hacer con una baraja y con algunos Cheerios o dulces pequeños.
Examinen las cartas
Presente la baraja al niño desde una perspectiva matemática. Pregúntele qué cosas observa en las cartas. Hagan una lista de las diferentes características que se le ocurran al niño, como colores, formas, números y combinaciones de colores y números. Puede preguntarle: “¿Qué forma tienen las cartas?”, “¿Qué hay de un lado?”, “¿Qué hay del otro lado?”, “¿De qué color es el corazón?”. Las cartas con figuras de personas pueden ser un poco difíciles de mezclar con los numéricos pues no tienen números, pero se pueden usar para clasificar.
Cuenten las cartas
Después de preguntarle al niño, “¿Cuántas cartas hay?”, deje que las cuente como él quiera. Puede ser más fácil voltear las cartas para que los números no compliquen la cuenta. Si el niño no puede contar hasta 52, usted puede dividir las cartas en grupos de 5 a 10 (¡ejercicio de clasificación!) para que las cuente boca abajo.
Hagan un juego de clasificación
Organizar las cartas de diferentes formas ayuda al niño a comprender cómo se relacionan los números y los símbolos entre sí. Un número es un carácter con un significado real. Pregúntele al niño si desea ordenar las cartas de alguna forma determinada. Puede decirle: “¿Podemos juntar todos las cartas negras?”, “¿Qué tal si juntamos todas las rojas?”, “¿Podemos agrupar todas las que tienen los mismos números?”. Si las opciones son abrumadoras, comience de manera simple y dígale a su niño: “Pongamos todas las cartas que tienen personas en una pila y todos los que tienen números en otra”. Luego, pasen a categorías más específicas, como agrupar todas las cartas con números y corazones.
Céntrense en la cardinalidad
Cardinalidad es el número de elementos de una agrupación. Por ejemplo, la cardinalidad de una baraja de cartas es 52, ya que hay 52 cartas en la baraja. Una forma fácil de comparar grupos es crear conjuntos de la misma cardinalidad. Aquí es donde se pueden aprovechar las cartas con figuras de personas. Pídale al niño que organice todos las cartas con figuras de personas que sean del mismo tipo. Puede decirle: “¿Cuántas reinas hay en esta baraja?”. Luego, organicen las cartas con figuras de personas por palo y pregúntele: “¿Cuántos grupos de cartas con figuras de personas tiene la baraja?”. Comparar conjuntos similares sirve para enseñar esta importante habilidad porque las semejanzas y diferencias son más obvias para un ojo joven.
Ordenen las cartas
Saque las cartas del 1 al 10 y colóquelas frente al niño. En este caso, el as representa al número uno. Si es necesario, puede escribir “1” en cada as o usar una baraja de cartas para niños pequeños como la baraja de “Uno”. Pídale a su niño que ordene las cartas del 1 al 10 según el número en la carta o la cantidad de símbolos del palo. Dependiendo de la edad del niño, quizá deba comenzar con menos cartas a la vez, como del 1 a 5.
Usen golosinas para darle vida a los números
Trabajar con materiales manipulativos (cosas que se pueden tocar y mover) ayuda al niño a relacionar el número abstracto con una cantidad tangible. Con las cartas del 1 al 10 sobre la mesa, tomen los Cheerios (o los dulces pequeños) y den vida a esos números. El niño puede colocar un Cheerio sobre cada corazón, trébol, espada o diamante o alinearlos junto a cada carta. Deje que el niño decida la mejor manera de organizar sus Cheerios.
Pídale que cuente los Cheerios de cada carta. Puede preguntar: “¿Cuántos Cheerios necesitamos para esta carta?”, “¿Cuántos hay en esta otra?”, para que el número en la carta cobre vida al relacionarlo con objetos tangibles.
Comparen cartas
Usando las cartas y los Cheerios, ayude al niño a comparar las cartas en términos de mayor o menor. Seleccione dos cartas y pregunte: “¿Esta carta es mayor o menor que esta otra?”. Luego agregue más cartas (con o sin Cheerios) y pregunte: “¿Cuál es mayor: cuatro, siete o nueve?”. Coloque un grupo de tres cartas fuera de orden frente al niño y pregúntele: “¿Puedes colocarlas en orden de menor a mayor?”. Ahora, ¡los números tienen aún más significado!
Formen pares
Escoja 10 cartas al azar y colóquelas frente al niño. Luego, pídale que escoja dos cartas que sean iguales para enseñarle el concepto de pares.
Este puede ser un divertido juego de niño contra padre. Primero, pídale al niño que seleccione 10 cartas al azar y que forme tantos pares como pueda con ellas. Luego, usted selecciona 10 cartas para ver cuántos pares puede encontrar en su conjunto. ¿Quién tiene más pares? Revisen las cartas sobrantes y vean si pueden encontrar otros pares trabajando juntos.
Sumen y resten
Si el niño está listo para ello, elija dos cartas fáciles, como 2 y 3, y colóquelas una al lado de la otra. Luego, pídale al niño que las sume. El niño puede contar los símbolos en las cartas o usar Cheerios para ayudarse. Si puede sumar, también puede tratar de restar. Puede ayudarle diciéndole: “Si 2 más 3 es igual a 5, ¿qué pasa si quito la carta con el 2 y sus dos Cheerios?”, “¿Cuántas me quedan?”.
Recojan y ordenen las cartas
Cuando el niño esté listo para pasar a otra actividad, usen el tiempo de recoger para una última sesión de clasificación. Pídale al niño que coloque las cartas en la caja en un orden específico. Puede decirle: “Pongamos todas las cartas con tréboles primero, luego las espadas, los corazones y los diamantes”.
Si bien es útil ayudar a su niño a contar y clasificar cartas, asegúrese de que estas estén siempre accesibles para que pueda jugar con ellos en su propio tiempo y a su manera. Las matemáticas están en todas partes, ¡y es más divertido cuando no hay que esforzarse demasiado para encontrarlas!