Dele prioridad a la salud mental de sus niños en el verano
Publicado en inglés el 16 de junio de 2020.
Para la gran mayoría, el verano ya ha llegado o se acerca rápidamente. Junio marca el final del año escolar, y ¡qué loco y estresante ha sido este! En términos generales, 2020 ha sido el año más dificultoso para nuestros niños hasta el momento. Las emociones se han intensificado a medida que tratamos de manejar la pandemia, el aprendizaje a distancia, el distanciamiento social, las protestas y el clima político en general, y los niños son sensibles a la tensión y a los grandes cambios en las rutinas normales.
Entonces, antes de comenzar a ver cómo mantener a los niños ocupados con el aprendizaje para evitar el bajón del verano, deténgase. Respire y deles a sus niños un descanso. La salud mental de ellos, y la suya, son más importantes que cualquier otra cosa.
Acepte y tranquilice
Sus niños necesitan hablar sobre lo que les preocupa. Necesitan sentirse tranquilos de que van a estar bien. Que la familia está bien.
Usted los puede tranquilizar de varias maneras.
Físicamente: El contacto físico es muy importante para los niños pues fomenta sentimientos de seguridad. Dele a su niño abrazos frecuentes y tiempo para acurrucarse en el sofá mientras leen un libro o ven una película.
Verbalmente: Conversen abiertamente sobre lo que les preocupa a los niños. Explique lo importante que es hablar de las cosas que nos dan miedo. A veces, cuando hablamos de ellas, nos damos cuenta de que no son tan temibles como pensábamos. Además, hablar alivia la carga de mantener los pensamientos y las emociones embotellados.
Muchas veces, los niños necesitan que se les diga o se les muestre cómo manejar sus emociones. Acepte lo que ellos temen y luego dígales que está bien soltar, o bien, reoriente el temor hacia la acción positiva.
- “Tienes razón. ¡Eso da miedo! Pero estamos aquí para ti, para protegerte, así que está bien soltarlo y no preocuparte por eso”.
- “Entiendo por qué tienes miedo. Pero eso no es algo que podamos controlar, así que en lugar de preocuparnos por ello, nos centraremos en las formas en que podemos estar seguros y ayudar a los demás”.
Ambientalmente: Haga que su hogar sea reconfortante. Apéguese a las rutinas para ayudar a los niños a sentirse estables y seguros. Proporcione espacios seguros dentro de su hogar donde los niños puedan acurrucarse a leer o a ser mimados. Haga que las rutinas a la hora de acostarse sean reconfortantes con baños tibios o frescos y mantas especiales. Las mantas pesadas* son una gran herramienta para aliviar la ansiedad.
Relájese y respire
Los niños necesitan relajarse a causa de tantos cambios. ¡Y usted también! Dediquen tiempo deliberadamente para jugar juntos. Horneen, jueguen, vean películas, hagan manualidades, salgan a caminar, jueguen videojuegos. No se obsesione en este momento con el tiempo frente a la pantalla. Dele a su familia dos semanas para tranquilizarse, relajarse y simplemente vegetar. Deje que los niños se queden despiertos hasta tarde y se levanten tarde.
Y concéntrese en su respiración. La forma en que respiramos puede tener un gran impacto.* Enséñeles a sus niños a respirar lenta y profundamente por la nariz, lo que le indica al cuerpo que pase a un estado de relajamiento.
PBS ofrece algunos recursos excelentes para enseñar a los niños pequeños a respirar y relajarse. También puede intentar hacer yoga con sus niños.
Concéntrese en lo positivo y sea agradecido
¿Sabía usted que manifestar agradecimiento a diario cambia el cerebro* para bien? Muchos estudios muestran que ser agradecido y expresarlo tiene efectos duraderos, lo que hace a las personas más felices y perceptivas a los actos de bondad de los demás. Comience de manera sencilla diciéndole a su niño una cosa de la que usted está agradecido ese día y pregúntele de qué está agradecido él. La semana siguiente, comparta dos o tres cosas.
Luego, ayude a su niño a convertir ese sentimiento de gratitud en acción escribiendo cartas de agradecimiento a familiares y amigos. Puede ir un paso más allá y proporcionar alimentos, dinero u otros artículos a alguien que lo necesite. Prepare una caja de provisiones y déjela en la puerta de alguien o envíela por correo. Haga esto con regularidad. No solo ayuda a su niño a convertirse en una persona amable y feliz que no teme expresar su afecto, sino que también ayuda a otras personas. Fomente la generosidad de espíritu en su familia. Sus niños se lo agradecerán a medida que crezcan.
Sonría
Sonreír es contagioso. Es unificador. Y una sonrisa puede cambiar de inmediato la percepción que otras personas tienen de usted. Las personas felices nos atraen porque nos hacen sentir mejor.
Un artículo de NBC News* menciona estudios que indican que sonreír también puede “engañar al cerebro para que sienta que hay felicidad” y reducir los niveles de estrés. Además, mejora su sistema inmunológico. ¿No es fantástico?
Por lo tanto, sonría a su niño con frecuencia y anímelo a sonreír a los demás también.
Una vez que haya disfrutado de unas semanas de descanso y relajación, tendrá mucho tiempo para comenzar a presentar actividades educativas y combatir el bajón del verano. Su familia estará en un lugar mental mucho mejor para cosechar todos los beneficios de volver a la rutina.
*Recursos disponibles solo en inglés.