Cinco maneras de hacer que las matemáticas sean divertidas para los preescolares
Publicado en inglés el 13 de julio de 2021.
Es posible que los educadores de preescolar sientan cierta aprensión de enseñar matemáticas a sus pequeños estudiantes. Andrés Bustamante, profesor adjunto de la Universidad de California en Irvine (UCI), dijo que los maestros a menudo se preguntan si el plan de estudios será demasiado difícil o si los niños lo encontrarán aburrido y desagradable.
Bustamante estudia el aprendizaje basado en el juego en la educación preescolar y considera que las matemáticas pueden ser memorables y amenas cuando los educadores integran las lecciones con pasatiempos que a los niños les gustan o por los que sienten curiosidad. “Para mantener vivo ese amor por el aprendizaje, las matemáticas deben ser entretenidas y formar parte de actividades que a los niños ya les entusiasman”, indicó.
Como parte de la serie STEAM de PBS SoCal (STEAM es la sigla en inglés de ciencias, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas), Bustamante ofreció consejos para explorar la intersección entre las matemáticas y el juego, ya que cuando estos dos se conjugan, se crean entornos de aprendizaje más enriquecedores que propician otras habilidades del desarrollo. También compartió enfoques esenciales que los educadores pueden usar en el aula para cumplir con los objetivos del aprendizaje matemático, como contar, crear patrones y estimar.
1. Fomente actividades de colaboración
Los maestros pueden convertir la resolución de problemas matemáticos en una experiencia social en la que los niños trabajan e interactúan con sus compañeros de clase. Por ejemplo, pueden pedir a los estudiantes que construyan una torre y decidan, en grupo, qué tan alta debe ser, cuántos bloques se necesitan y qué aspecto debe tener.
“Si a los niños se les da un problema cuya resolución requiere la participación de varios de ellos, tendrán que trabajar juntos”, explicó Bustamante. “Esto no solo brinda oportunidades de aprendizaje de matemáticas, sino también de destrezas socioemocionales, como tomar turnos, escuchar y compartir”.
2. Cree exploraciones matemáticas iterativas
Para Bustamante, ‘iterativo’ significa la habilidad de intentar cosas nuevas. “Cada vez que se regresa a una situación de aprendizaje, se puede pensar en algo nuevo o responder una nueva pregunta”, dijo. “No es redundante ni repetitivo”.
Para que las matemáticas sean iterativas en ese sentido, Bustamante recomienda establecer diferentes objetivos de aprendizaje para las mismas actividades. Los maestros pueden pedir a los estudiantes que cuenten los bloques en una lección y que los usen para formar patrones en la siguiente. También pueden poner a los estudiantes a medir el ancho o el largo de un objeto con unidades de medida estandarizadas y no convencionales, como reglas, huellas de manos y cuerdas.
3. Sea práctico y activo
En lugar de que los niños se sienten a escuchar cómo resolver problemas de matemáticas, los maestros deberían dejar que lo hagan ellos mismos, dijo Bustamante, porque “las personas, en general, aprenden más cuando hacen las cosas que cuando las escuchan o se las dicen”.
Agregó que las exploraciones matemáticas atractivas y prácticas mejoran la probabilidad de que los niños recuerden los objetivos fundamentales del aprendizaje.
Además, aconsejó a los maestros que combinen las matemáticas con la actividad física. Esto no solo convierte las lecciones de matemáticas en algo entretenido para los niños, fomenta el ejercicio y ayuda a desarrollar habilidades de motricidad gruesa, sino que también favorece el aprendizaje, indicó.
“Cuando los niños se mueven por el espacio y están activos, estas múltiples modalidades les ayudan a aprender más eficazmente”, explicó Bustamante citando un estudio sobre el uso de rectas numéricas para enseñar los conceptos de cuenta y magnitud a niños pequeños. Cuando los estudiantes caminan sobre rectas numéricas, pueden visualizar los números y tener una representación espacial.
4. Haga que las matemáticas sean significativas
Otro enfoque que los educadores pueden usar en el aula preescolar es tratar de que el tema sea significativo para los niños. Según Bustamante, los educadores pueden enriquecer los planes de estudio de matemáticas aprovechando los intereses, la comunidad y la cultura de los estudiantes. “Los niños tienen intereses”, dijo. “Los grandes maestros son los que notan qué genera curiosidad y entusiasmo en los niños y lo aprovechan”.
Dijo que los educadores también podrían fomentar la participación familiar para que las matemáticas tengan relevancia en la vida diaria de los estudiantes. “Inviten a los padres a la clase o pídanles que compartan anécdotas sobre su cultura y su historia”, explicó.
También sugirió que los padres preparen alimentos de su cultura para la clase y que luego compartan las recetas y las medidas con los estudiantes. Estas actividades amplifican las experiencias culturales y permiten que los niños se sientan representados, aprendan sobre sus compañeros de clase y exploren las matemáticas desde otra perspectiva.
5. Demuestre lo entretenidas que pueden ser las matemáticas
Bustamante dijo que los estudiantes podrían percibir la aprensión de los adultos en torno a las matemáticas y que esto podría hacerles pensar que es una materia a la que temer. Para no generar ansiedad en la clase, los educadores deben ser un modelo para los estudiantes y mostrar lo entretenidas que son las matemáticas, dijo.
“Lo mejor que se puede hacer es mostrarles todo el aprendizaje de matemáticas que ya están adquiriendo en las actividades que realizan”, dijo. “Por ejemplo, al cocinar o preparar bocadillos se habla de mediciones y cantidades”.
Gran parte de la investigación de Bustamante se centra en conjugar las matemáticas y otras materias STEM (sigla en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) con tareas divertidas y basadas en el juego en entornos de educación preescolar. Sus estudios incluyen el juego Parkópolis,* un juego de mesa de tamaño natural sobre matemáticas y ciencias. El juego cuenta con un área donde los niños pueden saltar sobre figuras geométricas de colores y también con una regla gigante para que puedan medir sus pasos.
Bustamante recomendó que los educadores tomen ideas de esos diseños para llevarlas al aula. “Incluso sin el gran equipo de juegos y las instalaciones tipo museo, los maestros pueden ser creativos y hacer muchas de estas cosas con materiales mucho más simples”, dijo.
Al adoptar estos enfoques, los maestros pueden crear experiencias emocionantes para que los niños aprendan matemáticas y otras destrezas de manera orgánica.
*Recursos disponibles solo en inglés