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3 consejos para que los niños sientan confianza en la cocina — y una receta fácil de ensalada verde

Una madre enseña a una niñita a usar un pelador de verduras.
Cocinar juntos es una excelente manera de enseñarles a los niños una habilidad que los ayudará toda la vida. | yulkapopkova/Getty Images
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Nota del editor: La autora de este artículo también colabora con Culikid,* una organización incluida en los enlaces que se muestran más abajo.

Cocinar juntos es una manera maravillosa en que los padres y cuidadores se pueden vincular con los niños, tanto en el día a día como durante las festividades, en las que la comida es lo principal (¡como en el día del pavo!). Además, es excelente para enseñarles a los niños una habilidad que los ayudará toda la vida. Si desea cocinar con su niño pero le preocupa cómo comenzar, estos son tres fáciles consejos para que tanto los niños (ya sean neurotípicos o con necesidades especiales) como los cuidadores se sientan cómodos en la cocina.

Enseñe a los niños dónde se guardan las cosas

Si el niño tiene poca experiencia en la cocina, puede que no sepa los nombres de todos los aparatos, utensilios, ingredientes, etc., ni dónde se encuentran. Antes de que aprendan a cocinar, es útil mostrarles dónde está todo. Esto los animará a ser más independientes al reunir los artículos necesarios para preparar una comida y al limpiar y guardar las cosas cuando terminen. Estas son algunas maneras en que su niño puede practicar la identificación y localización de artículos:

  • Pídale al niño que le ayude a guardar los comestibles después de ir de compras.
  • Anímelo a reunir todos los ingredientes y utensilios antes de preparar la comida.
  • Jueguen a la búsqueda del tesoro para que el niño busque los artículos por toda la cocina. Aumente el nivel de dificultad poniendo un límite de tiempo u ofreciendo una recompensa al final. Aquí encontrará un PDF gratuito con instrucciones para hacer una búsqueda del tesoro con alimentos.*

Quizá note que a su niño le es más fácil encontrar ciertos artículos que otros. Los niños a menudo usan características distinguibles para identificar objetos, como los colores de una etiqueta o la forma de un artículo. Sin embargo, a veces podría suceder que el niño elija un artículo que parece correcto, pero no lo es. Por ejemplo, podría elegir un paquete de azúcar en lugar de uno de harina porque se parecen. Si esto ocurre, es una excelente oportunidad para enseñarle a prestar atención a los detalles y seguir otras pistas como el olor, el peso, el texto en la etiqueta, etc. para confirmar si de trata del artículo correcto.

Practiquen el uso de utensilios de cocina

Con la cantidad de utensilios que se usan para cocinar, como cuchillos, peladores de verduras, tijeras, licuadoras, tazas medidoras y otros, los niños pueden sentirse abrumados de tener que aprenderlos todos. Por eso es mejor escoger recetas fáciles que requieran solo unos cuantos utensilios de cocina (de uno a tres). Por ejemplo, una simple sopa de verduras o ensalada es una fabulosa receta introductoria que el niño y su cuidador pueden hacer juntos porque se puede improvisar. Por ejemplo, si el niño agrega demasiados condimentos a cualquiera de las dos recetas, simplemente se puede añadir más agua o caldo a la sopa y más verduras a la ensalada para diluir los condimentos. No es necesario cortar los vegetales con precisión porque se deshacen en las sopas o se mezclan con las otras verduras de la ensalada. También cabe señalar que muchos de los vegetales que se usan en las sopas y ensaladas tienen diferentes formas y tamaños, dándoles tiempo a los niños mayores de aprender a usar el pelador de verduras y sostener bien los cuchillos, y dándoles oportunidad a los niños más pequeños de practicar los nombres de todas esas formas.

Realice modificaciones según sea necesario

Cocinar requiere innumerables habilidades que van más allá de la capacidad física: desde habilidades cognitivas (como realizar varias tareas simultáneamente y sumar) hasta habilidades emocionales (como ser paciente y tener autocontrol cuando las cosas no salen bien). Cocinar también es una experiencia muy sensorial y para algunos niños puede ser difícil manejar esas sensaciones. Afortunadamente, ¡las modificaciones son posibles en cualquier situación! Estas son solo algunas sugerencias:

Modificaciones físicas
Si las tareas físicas son difíciles para el niño, podría ser útil conseguir aparatos que las faciliten. Por ejemplo, si le cuesta usar un cuchillo, podría usar un picador o rebanador de alimentos. También se pueden agregar agarraderas a los mangos para que se puedan usar con menos fuerza o poner tapetes antideslizantes (o una toalla de papel húmeda) debajo de las tablas de picar o de las ollas para evitar que se muevan. Prestar atención a la postura del niño también es útil. Modificaciones simples como hacer que se pare sobre un banco o que se siente en una silla con un reposapiés o conseguirle utensilios lo suficientemente pequeños para sus manos puede mejorar su desempeño y hacerlo un cocinero más feliz.

Modificaciones cognitivas
Si al niño se le dificultan las tareas cognitivas de la cocina, como seguir varios pasos, mantenerse organizado o hacer cálculos matemáticos, comience por desglosarle la información. Por ejemplo, al leer una receta, pídale que la marque con un resaltador o que lea una oración a la vez y que complete esa tarea específica antes de continuar con la siguiente. Si al niño le cuesta leer, las recetas con imágenes o los videos de cocina* pueden ser útiles.

Modificaciones emocionales
Incluso para los adultos, cocinar puede ser frustrante. Muchas cosas podrían salir mal, y esperar a que algo termine de cocinarse puede ser dificultoso. Por eso es importante que los niños practiquen habilidades de autoconciencia y autocontrol mientras cocinan. Para lograrlo, trate de que el niño identifique y maneje sus sentimientos durante las tareas de cocina. También se pueden usar estrategias de manejo del estrés como las respiraciones profundas, la relajación muscular, contar, cantar, apretar una bolita de estrés (¡o masa!) y conversar.

Modificaciones sensoriales
A algunos niños les fascinan ciertas sensaciones relacionadas con la cocina, mientras que otros sencillamente no las toleran. A veces, cuando un niño ama o busca ciertas sensaciones, puede resultarle difícil controlar sus impulsos mientras cocina. Por otro lado, los niños que no toleran ciertas sensaciones pueden experimentar una sobrecarga sensorial, lo que puede provocarles una rabieta o que pierdan el entusiasmo. Por lo tanto, antes de entrar a la cocina, revise la receta para detectar cualquier experiencia sensorial que pueda ser problemática para el niño y, si es necesario, realice modificaciones para evitar comportamientos dificultosos. Por ejemplo, el niño puede usar guantes si le desagrada la sensación de un determinado ingrediente. A los niños que aman ciertas sensaciones puede pedirles que realicen su tarea de cocina preferida durante un tiempo específico (con ayuda de un temporizador) para ayudarles a controlar sus impulsos. Algunos sitios web también ofrecen recetas con información sobre cómo aumentar o disminuir los estímulos sensoriales* al cocinar. Independientemente de las modificaciones que haga, anime al niño a practicar sus habilidades de regulación emocional al experimentar una sensación o al tratar de evitarla.

Este es un ejemplo de una sencilla receta de ensalada con sugerencias de modificaciones dependiendo del niño.

Ensalada verde simple

A spoonful of fresh leafy greens. salad greens
Una cucharada de hojas verdes frescas.
| Colorado State University Extension | Flickr | Creative Commons | Dominio público

Ingredientes

  • 2 tazas de hojas verdes (como espinacas o lechuga)
  • 1-2 pepinos
  • 1 taza de tomates cherry
  • ½ cebolla roja o blanca
  • 1-2 cucharadas de hierbas frescas (como perejil, cilantro, albahaca o eneldo)
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharada de vinagre de vino tinto (opcional) o limón (opcional)
  • Sal y pimienta al gusto

Procedimiento

  1. Antes de comenzar, cuenten y midan todos los ingredientes juntos. Esta también es una excelente manera de involucrar incluso a los cocineros más pequeños. Al medir los líquidos, quizá deba recordarles a los niños que traten de mantener el pulso firme. Puede ser útil medir los ingredientes sobre un tazón en caso de derrames. Después de medir el aceite de oliva y el vinagre de vino tinto o limón, viértanlos en un tazón mediano.
  2. Enjuaguen todas las verduras, dándoles vuelta en las manos para asegurarse de limpiarlas bien. A continuación, séquenlas suavemente con una toalla.
  3. Coloquen las hojas verdes en un tazón mediano. Si lo desean, primero pueden romperlas en trozos con las manos.
  4. Pelen los pepinos. Si el niño está aprendiendo a usar un pelador, pídale que sostenga el pepino con la mano no dominante y el pelador con la mano dominante. Debe colocar el pelador en la punta del pepino y deslizarlo hacia abajo en dirección contraria a sí mismo. Después de que haya pelado una sección, pídale que le dé vuelta ligeramente al pepino para pelar la sección que sigue, y así sucesivamente hasta que haya quitado toda la cáscara. También puede enseñarle mediante este video sobre cómo usar un pelador.*
  5. Corten los pepinos. Para los principiantes, la forma más fácil y segura de cortar es en rodajas. Para comenzar, pídale al niño que sujete el cuchillo* con su mano dominante y con los dedos recogidos, y que sostenga el pepino con la mano no dominante en forma de garra. Agreguen las rodajas de pepino al tazón donde pusieron los líquidos. Añadan los tomates cherry.
  6. Corten la cebolla en rodajas. Cortar cebollas en rodajas puede ser complicado, incluso para los adultos. Es útil cortarla primero por la mitad, para que la parte inferior quede estable. Corten los extremos de la cebolla y luego córtenla en rodajas, recordándole al niño que sostenga la cebolla y el cuchillo de la misma manera que cuando cortó los pepinos. Separen las rodajas de cebolla y agréguenlas al tazón.
  7. Arranquen las hojas de las hierbas (puede pedirles a los cocineros más pequeños que ayuden). Las hojas pueden picarse con un cuchillo o romperse en trocitos con las manos. Una vez hecho esto, agréguenlas al tazón.
  8. Revuelvan todos los ingredientes en el tazón con una cuchara grande. Pida al niño que pruebe la ensalada y que añada sal y pimienta al gusto. Asegúrese de que pruebe la ensalada a medida que agrega los condimentos para evitar el exceso. Si el niño agrega demasiada sal o pimienta, añadan más hojas verdes, cebollas, pepinos o tomates. ¡Que la disfruten!

Recursos adicionales

  • Accesible Chef:* Una colección de recursos para enseñar habilidades básicas de cocina a personas con discapacidades. Incluye recetas visuales gratuitas o usted puede crear las suyas.
  • CookABILITY:* Una serie de videos que presenta recetas accesibles para personas con discapacidades de aprendizaje. Creada por United Response, una organización benéfica nacional que apoya a las personas con discapacidades de aprendizaje, necesidades de salud mental y discapacidades físicas para que tomen el control de sus vidas.
  • Programa de cocina Héroe de los Alimentos: Videos de cocina para niños (no específicos para niños con discapacidades).
  • GrowingGreat: Una organización que sirve a las comunidades de Los Ángeles y brinda oportunidades para que los niños cultiven un huerto, aprendan sobre nutrición y más. Su programa GrowingGreat in the Kitchen ofrece videos de cocina en español e inglés.

*Recursos disponibles solo en inglés